Ironman Florianópolis 2016 – Episodio 2

Capture… ahora con mate en mano y para que Doña Rosa no se aburra, si no se aburrió, continúo!.

El plan de carrera.

El plan de carrera que había planificado Gabriel y que yo había avalado según mi RPE (percepción) era este:

Ciclismo: AV 225 ; NP 230 ; R^2 0.95
Pedestrismo: VC 3:35 ; Km 0-21 4:35 IR 78% ; Km 21-31 4:32 IR 79% ; Km 31-42 4:28 IR 80% // 3:10:43 R^2 0.94

Los ritmos parecían acorde a lo entrenado, cuando los vi, sabía que se podían cumplir, hasta parecían fáciles. El plan nutricional era el mismo que el entrenado, llevar un ratio de 60-70 gramos de cho por hora. Tomar 1 gel cada 30 minutos + bebida isotónica, haciendo foco en beber bien y no saltear ingesta. Soy un tipo que tiene digestión lenta, por lo que comer muchos geles si que estos estén asentados me resulta complicado, procurar hacer las ingesta de geles cada 30-35 minutos estaba bien sin dejar de beber. Me ha pasado en otras oportunidades que he comido mucho y bebido poco, esto genera malestares gastrointestinales que hacen que corones, mas de lo que uno desea, baños (con suerte) y/o yuyales.

La carrera, día D.

3:45 am suena el despertador en la cabaña del pueblo. 4 am estábamos desayunando. Café, 4 tostadas y una banana. Preparamos las cosas de la sacola branca (general) y esperamos que los dos remises que el manager del equipo había contratado nos pasen a buscar 5 am, destino parque cerrado. Como un reloj suizo, pero brasilero, los dos remises llegaron. Sin contratiempos y con tiempo, salimos para lo que iba a ser el día más largo en la oficina.

El día pintaba raro, por la noche había llovido, estaba algo fresco y húmedo. Sabíamos que iba a ser así, la capa de agua para la bici fué una buena inversión. Fiel, estaba la potrilla en el rack. El parque cerrado en estas carreras es una sinergia de distintas sensaciones, un crisol de nervios en varios idiomas. Cada vez que paso por carreras tan grandes – de tantos competidores – la cantidad de debutantes que veo es asombrosa. Hay muchos. Algunos eufóricos, otros tranquilos y otros re cagados. Está barbaro!.

Primero procuro chequear que todo lo que había dejado en al bici esté en su lugar, los geles en su lugar, las ruedas con presión, los repuestos fijados donde siempre los llevo. Pido un inflador al paso, inflo las ruedas según mi peso, busco y coloco los zapatos. Me despido de la potrilla y pienso en que pocos minutos largamos el día más largo de toda la preparación. Las sensaciones eran, si tengo que describirlo, neutras. No tenía nervios, ni ansiedad por largar, ni de terminar. Estaba en cero, solo dejaba que pasen los minutos y resolver el día.

Como el año pasado y por casualidad, lo encuentro al Chapa antes de largar. Los dos juntos nos fuimos tranquilos para la playa, charlando lo que iba a ser el día y alguna que otra boludéz más.

Eran casi las 7 y todavía el sol no había asomado. Las boyas, no estaban por ningún lado. Recuerdo las palabras de uno que el año pasado me dijo esto siempre es así, hasta antes de largar es de noche, de un instante para el otro, aclara. Así fué. Luego de ese recuerdo, me tiro un poco al agua a ver como estaba, me congelé. Fría, como los días anteriores. Salgo y me voy al corral para la largada.

Natación

Circuito en forma de M, igual que el año pasado. La diferencia de este año respecto al anterior es que esta, partimos por olas según la categoría de edad. Mi tanda era la primera, M30-35. Eramos unos 300 tipos aprox. 7:05 largábamos y a las 7:00 estábamos todos esperando largar. Las boyas apenas se veían difusa, el cielo estaba gris y no era claro a la vista. Antes de largar lo encuentro a Walter Tlaija. Walter, había salido 1er amateur en el 70.3 Buenos Aires 1′ adelante mío y el año pasado los dos habíamos debutado en la distancia. También me había ganado por 1′ en el debut del IM. Era una referencia a seguir y correr. Nos saludamos, íbamos en busca de lo mismo. A los pocos minutos, largamos..

Recuerdo que por dentro decía tené paciencia, el día es largo. El objetivo de la natación era salir vivo y si era posible mejorar la marca dos o tres minutos respecto el año pasado. No fué así. No disfruté el agua para nada. Largamos y a los minutos se me estaba haciendo larga. Me preguntaba como mierda se te puede hacer larga el agua si largaste hace 10. No disfruté ni un metro. La boya naranja, se me hizo eterna. No tenía ganas de empujar, la gente me pasaba. Un asco. Me llené de paciencia y traté de nadar derecho, no salio. Perdí pies, no encontraba gente que vaya a mi ritmo. Los movimientos, descordinados (mas aún que lo normal). Por momentos sentía que había un movimiento a la vez. Después de una bocha de tiempo, llego la boya naranja. Doy vuelta (lento) y sigo a la gente que, estimaba, sabía donde ir. Apunto a la segunda amarilla, al rato llega. De nuevo a seguir la gente que tenía cerca, no veía a donde apuntar. Llovía y por un momento sentí que llovía fuerte. La seguía pasando mal, el camalote de sal resurgía, se me iba la paciencia, no quería nadar. Llegue a la primera vuelta, miro el reloj, 40′. Un tiro en las bolas me quería pegar. Había sido lenta, lo sabía pero yo mucho más. Vuelvo al agua por la segunda vuelta y escucho que alguien grita – por la izquierda deriva -, mal interpreté y me tiré del lado izquierdo. Derivó, terminé en la loma del culo. Corregía, volvía a la loma del culo, corregía, volvía. Así, nadando (choto) termino el nado. Llego al agua. Lapeo. 1:12. Horrible!. Caliente, MUY (diría el Oso), rajo a la T1.

T1.

Siempre que salgo del agua, si bien nunca nadé bien, hay veces que nado «menos bien». Eso hace que, al pisar el agua, tenga ganas de empujar hacía adelante. La carrera recién empezaba. Lo de empujar, no llegó. Salgo corriendo a la bici. Agarro el casco, pongo el visor y salgo a buscar lo que mejor se hacer, pedalear. Agarro la potrilla y salimos a las pistas.

Ciclismo

La salida es medio engorrosa, circuito angosto por varios kilómetros y mucha gente. Los primeros kilómetros es complicado no ir a rueda, pero pasado los primeros kilómetros, es muy facil ir solo. El que no lo hizo, fué porque no quiso (o el ego no lo dejó). Llovía, el visor se empañaba y no se veía nada. Trato de enfocar. Pensamientos sobre el largo del a carrera eran recurrentes, tenía que tener paciencia y no pasarme. El objetivo era correr. La primera vuelta a la potencia que tenía pensada, apuntarle a un sub 230 estaba bien y ahí puse el freno. Los kilómetros pasaban, no iba disfrutando de la carrera y cualquier ruido me fastidiaba. En un momento me doy cuenta que algo tocaba, no se si la tapa la pata de cambio o el patín de freno. Buscaba, sin parar detectar el ruido y no lo encontraba. No había cambiado de equipamiento, no había razón, había chequeado todo el día anterior y no había nada que tocara, ese día tocó. Esto me volvió loco. No quería parar, paré!. Algo no iba, por dentro lo sabía. Así termino la primer vuelta, con la potencia controlada a lo que pensaba rodar. El plan alimenticio lo iba cumpliendo a la perfección, no sentía falta de fuerza, en absoluto. En el Garmin 520 tengo una alerta sonora para 10′ que uso para no olvidarme de que tengo que beber, siempre me resultó útil y siempre lo usé. El día de la carrera también. Lo respeté.

La segunda vuelta quería subir un poco la potencia y enfocar a hacer un ciclismo más parejo. Así salgo, los primeros 10′ subí 5w la potencia. Al minuto 11, todo me incomodaba. La lastimadura del codo izquierdo, hizo que apoye todo el peso sobre el lado derecho del cuerpo. Me costaba sostener la posición aero. Luego de un cuarto de vuelta, molestias en la parte baja de la cintura. Incomodo, molesto, sin ganas de empujar hacía adelante, seguí. La potencia cayó. Opté por seguir comiendo según el plan y la potencia se sostenía, pero no subía. Cortaba. Hubo momentos en los que salia de la posición y en los morros me paraba en los pedales. Algo que nunca, pero nunca hago. Así terminé los segundo 90 km de ciclismo. Molesto y con ganas de terminar.

T2

La T2 no fue rápida, la sensación de bajarse de la bici fué totalmente distinta a la de la año pasado, recuerdo haber tirado la bici y salido como gato quemado. Ese día, no.

Pedestrismo

Ni bien salís a trotar te parece que todo es demasiado fácil, no quería cometer el mismo error del año pasado que por salir demasiado eufórico el bajón apareció en el km 35-36. Así que busqué un ritmo de 4:35 sin ir más rápido y sin pasarme de ir por abajo de eso. No costaba llevar el ritmo, pero no era fácil. La carrera es larga y recordaba el comentario de Gabriel que decía «los primeros 21k asegurate tu mejor tiempo, si vas a estar mejor, los segundos 21k van a ser más rápido». Así, buscando llegar al 21 con esa mismo ritmo de carrera, empecé. No duró y duró poco. Al km 7, pasando por Canaivieiras, el ritmo costaba aún más. No encontraba manera para que el ritmo sea mejor o la sensación más placentera. Seguí quería terminar y porque no iba a abandonar. Muchas veces se me cruzó, porque siempre se cruza el pensamiento «que mierda estoy haciendo». Pero no largas, por que?, porque no podes, no querés, no debés. A quien?, a uno mismo. Es lógico, no se. En ese momento no lo veía así. En le km 14, con un ritmo falto de ritmo, decido sacarme el reloj, ponerlo en le bolsillo, tomarme de paciencia y disfrutar del doloroso  (porque duelo, loco!). Recorrido. Y así termino, con un penoso, doloso y baboso maratón.

Resultado

Deportivamente, lejos de lo que busqué, como por una hora y cuarto. Sub 10:30, fueron unos dolorosos 10.29. Felicidad ninguna, pero muchas ganas de terminar, para volver a empezar.

Reflexiones

¿Por que termine re caliente?. Sería la pregunta a responder. Las aristas del estado anímico son muchas. Listar?, sería aburrido. Me pongo a pensar en todo lo que disfruté la preparación, porque la verdad no me costó. No me refiero porque no ha sido costoso desde el punto de vista del entrenamiento y la alta intensidad. Sino porque realmente lo disfruté y mucho. Disfruté dar miles de vuelta al KDT (porque entreno el ciclismo totalmente en una pista de 1.2 y me encanta). Porque disfruté y mucho correr 90, 80, 100, 120, 135 min de trote que no son planos. Con pasadas largas. Recorridos de domingo de Nuñez-Retiro-Nuñez-V. Lopez-Nuñez, son los que más me costaron, pero más disfruté. Pasé una F3, muy buena. Tanto físicamente como anímicamente. Me sentía bárbaro, estaba bárbaro conmigo mismo, mejor que otros años. Hasta el día que llegué a Brasil, quería estar ahí, pero no quería que pase el tiempo rápido. Luego pasa el evento del choque y mientras volaba y hacía culipatín sobre asfalto, pensaba, puta madre, que mala leche, por que a mi?. Pero no es mala suerte, porque otros tuvieron suerte peores y no pudieron largar, yo si pude, pero no como hubiese querido. No físicamente, sino mentalmente, no me repuse. Más aún con las idas y vueltas con la mujer que me atropelló. Me sacó de foco. La solución ante el reclamo (quería que le pague el arreglo) era simple, realmente lo era. Pero me sacó, comencé a no disfrutar la estadía, a cometer errores mientras trataba de hacerme el superado. Los dolores físicos atenuaban, sabía que iba a llegar bien, no tenía la auto confianza y la fuerza que si había tenido hasta el día antes de subir al avión. Comencé a no disfrutar. El estado de animo comenzó a aminorar. Pasó la carrera y salió fuera de lo esperado pero como por dentro suponía. Enojado, conmigo mismo y mucho.

Hoy escribo esto dos semanas después, haciendo una revisión de por que tomé esa postura. Después de dos semanas de mucho relax y placer sin deporte (o el mínimo) creo saber el por que. No hubo falla en la preparación previa, no hubo falla en la alimentación previa, todo esto hasta los últimos 4 días. Luego de eso, cometí todo los errores que nunca cometo. Tomé hábitos que nunca tomaba y no me relajé como lo venía haciendo. Hoy se como sobreponerme a eso, si bien fué un momento poco oportuno para aprender de mis errores, hoy los tengo claro. Tengo claro y ahora si se como quiero volver y que tengo que hacer para poder estar, mejor que esa vez. A partir que volví, hice y pienso hacer todo lo que considero que hay que hacer para poder disfrutar el deporte como siempre lo hago. Y esto empieza con un buen descanso, con buena – de la mejor – compañía y si, esto ultimo, si que lo disfruto.

Las gracias!

No queda más que agradecer a muchos de los que estuvieron presentes en la hermosa preparación y el apoyo del día a día.

Magenta Cycling, por mejor ropa.
Age Mobile, por crecer un año más como equipo. Gracias a todos por la compañía y en especial a los dos últimos agregados Lau y Ari que dieron una mano enorme.
Pulver Suplementos Nutricionales, por la buena hidratación.
DMT Argentina, las mejores zapas.
WD5 Diseño Web, por la web!.
Dr. Aero., por las tapas.
Mundorunning, por la cruda amistad.
A los de siempre:  familiaamigos y la preciosa compañera, Clara.

Al que haya llegado hasta acá, la vida eterna!. Gracias por la paciencia.

Un abrazo a todos y vuelvo en los Duatlones 😉
Martillo.-